La huella vital de Enrique Pérez Nieto

marzo 13, 2021

Nacido en el cortijo de los Cerrillos (1949) de la Aldea de la Pedriza en Alcalá la real, Jaén, situado en el límite con las provincias de Córdoba y Granada el 13 de Julio de 1971. Hijo de Francisco y Virginia, cursé mis estudios entre la escuela de la Aldea y la Sagrada Familia del pueblo, dejándolos en segundo de administración (1987) para realizar las tareas propias de una granja, molino de piensos y panificadora familiar. Una vez casado (1994. Dos hijas) hice tareas agrícolas intercalando por temporadas lo familiar con otros empleos remunerados, así como obra social altruista y llegados al 2004, emigro a Londres y de vuelta, descartada la empresa familiar me instalo en Baleares gracias a empleos relacionados con el turismo y la función pública.

Ya en 2008 tomada la decisión de divorciarme emprendo un calvario que se resume en trece años hasta el día de hoy, dando tumbos por Europa con poco trabajo cotizante a reseñar por mínimo y una acumulación de experiencias incontables por su máximo.

A día de hoy, vengo de pasar el invierno en el campo con el olivo; de nuevo en la aldea decido, ya puesto, seguir enriqueciendo mi historial y emprendo viaje a Países Bajos. No sin antes dejar España, denunciando no ya lo que viví ni lo que vivo, sino lo que se viene. Y por ello, el paso de Madrid a Bruselas es un principio y fin de unos años como terribles, sorprendentes. Gracias a Dios.

Sin España, en camino, ESPAÑOL.

Fotografía:

Pulsera que me colocaron en 2009, en el tobillo de la pierna izquierda, una pareja de feriantes de Huelva y que se rompió este 2021 una vez acabé la campaña de la aceituna. Lo que para mí representa la liberación total de todo lo que me ataba tanto en pensamiento como en obra. Lo omitido persiste hasta llegada su hora. Sea.